Boya genera agua limpia y energía

Argentina no deja de sorprendernos Una boya alimentada por energía solar transforma en agua pura y cristilina agua contaminada y putrefacta. En Argentina Sebastián Zanetti busca “revivir” cursos de agua que necesitan saneamiento, al tiempo que sirve para delimitar las aréas de navegación. Energía Limpia XXI destaca que el proyecto de Zanetti, que estudia arquitectura en la Universidad de Buenos Aires (UBA), ha recibido el galardón en la categoría “estudiantes de arquitectura” del Concurso Nacional de Ideas para la incorporación de sistemas fotovoltaicos en áreas urbanas, organizado en el marco del 5º congreso Internacionl Solar Cities.

Zanetti dijo que buscó diseñar “un elemento que se pueda situar en un espacio, y que no necesite más que el sol para funcionar”, ha explicado a CyTA Zanetti. El estudiante planteó el diseño de la boya “oxigenadora” –a la que ha apodado Agua Viva– sobre la cuenca bonaerense Matanza-Riachuelo, considerada uno de los diez sitios más contaminados del mundo, según el Instituto Blacksmith y la Cruz Verde Suiza. Pero el proyecto “es adaptable a cualquier sistema natural o artificial que lo requiera”, asegura.

Para Zanetti, las ideas como la premiada “muestran que las energías renovables, además de sus beneficios conocidos [como no generar emisiones de gases de efecto invernadero], son capaces de adaptarse a diversas situaciones o incluso, en algunos casos, ser la única respuesta o, al menos, la más adecuada”.

Después de haber ganado el concurso, cuyo premio fue entregado en diciembre pasado en la exposición Solar Cities, Zanetti fue convocado por la Agencia de Protección Ambiental (APRA), con la que trabajó para llevar la idea a la concreción.

Juan Carlos Villalonga, titular de APRA, explicó: “Tomamos la idea, que fue premiada, y estamos ensayando una solución para el lago Soldati. Aunque fue pensada para el Riachuelo, creemos que funciona mejor en aguas estancadas”.

Este espejo de agua, en el sur de la ciudad, ocupa una superficie de aproximadamente 20 ha. Allí no hay una situación de anoxia (ausencia de oxígeno) y hay vida, aunque es alta la mortalidad de peces.